Recientemente se reunieron representantes de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) para abordar temas como el comercio de la tecnología y la forma en que harán frente a China en este mercado. Sin embargo, salieron a la luz ciertas diferencias entre los aliados, de acuerdo con un reporte del medio estadounidense ‘Politico’.
El 5 de abril terminó la más reciente reunión del Consejo de Comercio y Tecnología UE-EEUU (TTC, por sus siglas en inglés), que estuvo marcada por la zozobra del posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y la búsqueda sobre cómo enfrentar el dominio chino en el mercado tecnológico.
De acuerdo con Politico, el tema que más causó diferencias al interior del grupo es la forma en que tanto Europa como Washington quieren tratar a China, pues mientras Estados Unidos busca mostrarse más agresivo con el país asiático, los europeos piden suavizar las palabras para mantener su relación con esa potencia económica.
«La forma de tratar a Pekín fue uno de los principales puntos de desacuerdo, con las capitales europeas presionando para suavizar el lenguaje contra un país con el que desean mantener lazos comerciales», sostiene el medio.
«El diálogo sobre comercio y tecnología [entre europeos y estadounidenses] probablemente no sobreviviría al regreso de Trump, y eso amenazaría la frágil solidaridad transatlántica sobre cómo tratar con China», agrega.
Pese a los intentos del frente europeo, Washington logró que las dos partes se comprometieran a trabajar en equipo para hacer frente a «las políticas y prácticas no comerciales de China en el sector de los productos sanitarios, y transmitieron estas preocupaciones directamente a China”, según se lee en la declaración final del encuentro.
«Juntos, representamos casi la mitad del PIB mundial. Y eso significa que hay un cierto peso que viene dado por tener una posición compartida sobre algo, ya sea hacer frente a China o a cualquier otro desafío», declaró el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Bruselas también ha llegado a aceptar la dura postura de EEUU frente a China en ciertos ámbitos, como el de los microchips, en el que tanto la UE como Washington están inyectando miles de millones a través de subvenciones públicas para impulsar su propia producción de semiconductores.
Otro tema que ha causado preocupación es el posible regreso de Trump al Gobierno estadounidense, situación con la que, temen, se podrían terminar este tipo de encuentros entre las dos partes del Atlántico e incluso la cooperación en materia de comercio y tecnología.
Politico asegura que esta última reunión ha restaurado la confianza transatlántica, pero el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en noviembre podría destruirla rápidamente y, a su vez, dificultar el trato de los aliados occidentales con una China cada vez más asertiva.
