17.2 C
Lima
lunes, septiembre 30, 2024
InicioMundoPor Bruno de Ayala Bellido / Historia de un desquicio: Sánchez vs....

Por Bruno de Ayala Bellido / Historia de un desquicio: Sánchez vs. Milei

Date:

Historias en tendencia

Por Angie Rajkovic / Congreso reconoce el compromiso social de la FAP

Angie Rajkovic Un merecido reconocimiento realizó el Congreso de la...
spot_imgspot_img

POR: BRUNO DE AYALA BELLIDO

El cónclave de la nueva derecha patriótica, «VIVA 24», llevado a cabo en Madrid y auspiciado por el partido de Santiago Abascal, «VOX», renovó la rivalidad entre dos formas de ver la vida y la política misma: el social progresismo representado por el inefable Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, y el políticamente incorrecto Javier Milei, presidente de Argentina. Varias cosas para anotar: Milei demostró ser el abanderado de esta nueva derecha que está dando la batalla cultural, una nueva derecha que ha perdido el respeto por el socialismo progresista y que no le deja pasar una. Simplemente le plantó cara, y Sánchez confirmó lo que en otras columnas hemos expresado: es un pura sangre de la política clásica maquiavélica, un tipo capaz de vender a su madre, pero entrega a la de otro.

Este desquicio empezó en la refriega de la campaña electoral argentina. Los amigotes de Sánchez, los Kirchner, con su candidato Sergio Massa, necesitaban ayuda. El huracán llamado libertad amenazaba con tumbar toda la entelequia progre, sindicalista, feminista y LGTB, etc., montada en el país del tango. No la vieron venir o la vieron muy tarde. Sánchez se entrometió en la política argentina pidiendo el voto por el impresentable de Massa. No surtió efecto: el «LEÓN» ganó y ganó bien, con holgura. La enemistad quedó sellada, tanto que, hasta ahora, formalmente, el gobierno español no ha felicitado al líder argentino por su triunfo electoral.

El penúltimo acto, porque habrá varios más, de eso no quepa la menor duda, fue la mención a la esposa del líder del PSOE llamándola corrupta sin decir su nombre en el cónclave de VOX. Dos semanas antes, un desdibujado y simiesco ministro del gobierno español afirmó que el presidente argentino es un consumidor de sustancias (drogas). En el interregno, adjetivos como siniestro, fascista, negacionista, delirante, autoritario, loco y demás perlas prepararon el camino para la devolución de Milei, que terminó como la más tonta e ilógica tensión diplomática que se tenga recuerdo. ¿Desde cuándo la esposa de un presidente de gobierno es una institución del gobierno español? Solo en la mente maquiavélica del líder socialista está la respuesta.

¿Quién gana en este intercambio verbal con refriega diplomática incluida? Pues todos un poco. Sánchez se vuelve a convertir en el centro del socialismo progre a días de las elecciones europeas, uniendo a su electorado en torno a su figura. VOX, anfitrión del evento, se consolida con esta súper publicidad junto a sus socios europeos Orbán en Hungría, Meloni en Italia, etc.  y Milei se entroniza como la cara visible de la libertad no solo de Hispanoamérica, sino del mundo occidental. Solo hay que ver la portada de la revista TIME para entender la magnitud del liderazgo del ex arquero de Chacarita Juniors.

Como dijo Arturo Pérez-Reverte: “Como gobernantes, lo ocurrido es un despropósito, pero como táctica política es más que interesante. Posesiona a Sánchez como líder del progresismo zombi y a Milei como adalid de la libertad de pensar y de hacer.”

(*) Analista internacional

Suscríbete

- Obtenga acceso completo a nuestro contenido premium

- No te pierdas nunca una historia con notificaciones activas

- Accede a informes y análisis de expertos.

Últimas noticias

spot_img