Por: Luciano Revoredo
Roro Bueno es una influencer española de 22 años que ha obtenido gran popularidad y millones de seguidores en las redes sociales con videos de cocina. Esto no sería mayormente llamativo, el problema es que está siendo perseguida violentamente por las feministas radicales, más conocidas como feminazis.
La razón es que como muchos influencers la popular Roro ha creado un formato para sus videos y siempre comienza diciendo que lo que va a preparar es para Pablo, su afortunado novio. Ya sea que van de paseo, o que pablo hará deporte, o que verán la Eurocopa, todo es pretexto para preparar alguna delicia para Pablo.
Las recetas que realiza son elaboradísimas, si hace una hamburguesa dedica horas a hacer la masa y hornear los panes, moler la carne, prepara las salsas y demás. Si hace un bocadillo para que Pablo lleve cuando hace deporte, fermenta la masa de una focaccia durante ocho horas y elabora su propia mozzarella.
Lo cierto es que son felices a su modo y es evidente que aquello de que todo es para pablo es una forma de dar un estilo a sus videos. Hay otros que bailan mientras la receta avanza, o que cuentan chistes, o que han inventado palabras. Roro dice que todo es para Pablo.
Como además es muy femenina y guapa, las feminazis la han puesto en el disparadero y la acusan de sostener posiciones retrógradas vinculándola con el movimiento ‘tradwife’ de Estados Unidos, que se refiere a esposas tradicionales.
Tal ha sido el alboroto armado por la chusma feminazi que Roro ha llegado a los más importantes medios y en una entrevista aclaró: «Yo obviamente no estoy ahí para servir a Pablo, si estoy haciendo esto es porque me encanta cocinar y bromeo mucho con que Pablo me pide cosas para tener la excusa de cocinarlas y que luego las disfrutemos los dos».
La intolerancia del progresismo es infinita. Por un lado, proclaman la libertad y la independencia de la mujer, pero en su esquema no está que una mujer en uso de esa independencia y libertad opte por un modelo ajeno al de la agenda progre feminista.
La mujer ha de odiar al hombre, aborrecer la vida familiar, ver el aborto como un derecho, los hijos como una carga y andar por el mundo con los sobacos peludos proclamando una falsa libertad.
Es por eso por lo que ahora es Roro, pero puede ser cualquier otra mujer que no encaje en sus estrictos moldes. Es así como una joven influencer que lo único que quería es mostrar sus habilidades culinarias es ahora objeto de una abyecta persecución.
En un artículo en Infobae la vinculan con la extrema derecha y con extremismo religiosos. Por otro lado, una serie de observadoras afines al feminismo la acusan de fortalecer estereotipos impuestos de género. Una de las razones es que habla con voz dulce, siempre está perfectamente maquillada y vestida y en el colmo del extremismo su cocina luce impoluta.
