Algunos perros pueden presentar comportamientos agresivos. Estas acciones deben ser tomadas en serio, pues pueden derivar en conductas potencialmente peligrosas para sus dueños, otras personas o animales a su alrededor, de acuerdo con especialistas del club canino más grande de Estados Unidos, el American Kennel Club (AKC).
Ladridos, mordiscos, gruñidos y embestidas son acciones que ningún propietario debe ignorar y el último comportamiento que deberían ver, ya que puede llegar a lastimar el vínculo entre la mascota y su ser humano, incluso llevando a aislar al animal de otros seres sintientes o personas.
Para saber cómo combatir esta conducta, primero es necesario entender qué es y cómo se origina. Especialistas del AKC profundizaron en la definición de este problema y consultaron con Michael Shikashio, experto en agresividad canina y consultor certificado en comportamiento de los perros.
¿Qué es la agresividad canina?
Shikashio definió la agresividad canina como un comportamiento al que recurren los perros para “aumentar la distancia o eliminar un estímulo o amenaza provocadora” y que usualmente utilizan para evitar que escale una situación desagradable.
Las mascotas que muestran comportamientos agresivos a menudo indican que necesitan más espacio personal, por lo que recurrirán a amenazas para lograrlo. Especialistas del AKC señalan que esto no es ningún tipo de juego brusco, pues existen personas que tienden confundir esta conducta con una sesión de entretenimiento.
Detallan que es sumamente complicado corregir la agresividad canina sin ayuda de un profesional, pues están implicados dos puntos clave: su seguridad y una carga emocional que normalmente le impide evaluar la situación correctamente.
Expertos del club canino recomiendan acudir con un profesional en comportamiento desde el primer instante en que se detecten señales de agresividad y aseguraron que la mayoría de estas acciones son provocadas por el miedo.
Tampoco se debe esperar hasta que la situación escale a tal grado de que las amenazas se conviertan en una mordedura u otro tipo de ataques. Miembros del AKC detallan que especialistas en comportamiento animal, asesores certificados en comportamiento o adiestradores caninos profesionales pueden ser de ayuda enseñando técnicas de manejo, apoyando a identificar “desencadenantes” y desarrollando un plan de tratamiento.
¿Por qué mi perro es agresivo?
Integrantes del club canino aseguran que existen múltiples causas o detonantes que pueden derivar en un comportamiento agresivo por parte de las mascotas, siendo el miedo una de las principales.
Ejemplificaron este desencadenante como cuando se acerca algún extraño a la puerta de su hogar y, al ser un desconocido, lo interpreta como una amenaza a la que desea alejar de su territorio, sin embargo, existen más razones entre las cuales se encuentran:
Dolor: los animales pueden sentir la necesidad de defenderse contra contactos no deseados o movimientos que intensifiquen el sufrimiento por el que pasan.
Protección de recursos: suelen mostrar comportamientos agresivos al defender objetos que consideren valiosos como su comida o sus juguetes favoritos.
Protección del territorio: podrían exhibir una conducta agresiva al defender lo que consideren como parte de su dominio, el cual puede ir desde su hogar, hasta el patio trasero, entre otros.
Protección de su dueño o a otros animales: los perros podrían mostrarse agresivos como una estrategia para defender a su humano u otros seres sintientes de lo que consideren una amenaza, tal y como una madre resguarda a sus cachorros.
Algunas razas, de acuerdo con el AKC, suelen tener personalidades distintas que pueden derivar en comportamientos agresivos. Esto se debe a que a lo largo de múltiples generaciones y mediante la crianza selectiva se prefirieron cualidades particulares como la agresión funcional como es el caso de las variantes utilizadas en la policía o cuerpos militares, así como las que desempeñan funciones de protección o cuidado de ganado.
