Por Berit Knudsen
El conflicto entre Israel y Hamas sigue dejando profundas cicatrices en la Franja de Gaza poniendo en el centro del debate internacional la gravedad de esta guerra, pero también las intenciones y estrategias de Hamas. Tras meses de devastación, se plantean preguntas sobre el futuro de Gaza y el papel que Hamas pretende desempeñar en una estructura de gobernanza posguerra.
El artículo «What Hamas Wants in Postwar Gaza» de Matthew Levitt publicado en Foreign Affairs en mayo de 2024, proporciona una perspectiva sobre las intenciones y estrategias de Hamas en el contexto posguerra. Argumenta que, con el ataque del 7 de octubre, Hamas buscaba no solo infligir daño a Israel, sino también modificar el equilibrio de poder en el territorio palestino y la región.
La estrategia de Hamas es descrita por Levitt como un intento de liberarse de la carga de gobernar la Franja de Gaza, emulando el modelo de Hezbollah en el Líbano, mantener una fuerza militar autónoma y participar en la estructura política sin asumir responsabilidades de gobierno. Esta táctica permitiría a Hamas seguir enfocándose en sus objetivos militares y de resistencia desligándose de la gestión cotidiana de Gaza.
En 18 años de gobierno, Hamas ha mostrado su incapacidad para mejorar la vida de los palestinos en Gaza. Encuestas realizadas por el Centro Palestino de Opinión Pública en julio de 2023 revelaron que el 72% de los gazatíes creen que Hamas no ha mejorado sus condiciones de vida y el 70% piensa que la Autoridad Palestina (AP) debe tomar el control de la seguridad en Gaza. Esta insatisfacción refleja el fracaso de Hamas en proporcionar gobernanza efectiva y que la estrategia de desencadenar conflictos ha logrado desviar la atención, justificando sus deficiencias.
El Gobierno Palestino en Ramallah, liderado por la Autoridad Palestina, ha sido criticado por su inacción en Gaza. La rivalidad entre Hamas y la AP dejó a la población de Gaza en una situación precaria y desprotegida. Mientras Hamas busca reconciliarse para tomar control de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), asegurando su influencia en una futura estructura de gobernanza, la AP no ofrece alternativas ni ejerce presión para contrarrestar estas tácticas.
Un aspecto crucial de la estrategia de Hamas, con el apoyo del eje de la “Media Luna Chii”, es el uso de redes sociales y medios de comunicación para moldear la opinión pública. Durante el ataque del 7 de octubre, Hamas utilizó cámaras y drones para grabar y difundir sus acciones, influyendo en la percepción internacional del conflicto. La manipulación mediática ha sido una herramienta poderosa para generar simpatía y apoyo, desviando la atención sobre su incapacidad para gobernar y sobre todo proteger a la población de Gaza.
La estrategia de Hamas emulando el modelo de Hezbollah presenta peligros para la estabilidad regional. Si logra incorporarse en una futura estructura de gobernanza palestina desligando responsabilidades, Hamas podría continuar sus actividades militares y desestabilizadoras. Esto subraya la necesidad de que Ramallah, los países árabes, Estados Unidos y sus aliados occidentales trabajen para mantener a Hamas fuera de cualquier futuro gobierno palestino, en favor de la estabilidad regional.
La postura internacional sobre Hamas, combinada con su historial de mal gobierno, revela una organización que representa un reto militar con preocupantes estrategias de guerrilla y un obstáculo para la paz y estabilidad en la región. La comunidad internacional debería considerar estas dinámicas al formular políticas para abordar el conflicto en Gaza, promoviendo soluciones justas y duraderas.
