En el marco de las consultas políticas permanentes entre Rabat y Washington, el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, se entrevistó en Washington, con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken donde abordaron diferentes aspectos de la asociación estratégica marroquí-estadounidense, así como diversas cuestiones regionales e internacionales.
Así, y tras este encuentro bilateral, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano indico en un comunicado que: “Estados Unidos sigue considerando el plan de autonomía de Marruecos como serio, creíble y realista”, y que las dos partes expresaron su “apoyo” al enviado personal del secretario general de la ONU, Staffan de Mistura, en la dirección del proceso político sobre el Sáhara, llevado a cabo bajo los auspicios de Naciones Unidas, con el fin de alcanzar una solución política duradera “sin más demora”.
Por otra parte, el mismo comunicado emitido por el Departamento de Estado norteamericano subrayo que los Estados Unidos aprecia la “voz crucial” de Su Majestad el Rey Mohammed VI en la “promoción de una región de Oriente Medio más pacífica y segura”.
“Este papel se refleja en el liderazgo de Marruecos a la hora de responder a las necesidades humanitarias en Gaza, apoyar la estabilidad en Cisjordania y contribuir a la revitalización de la Autoridad Palestina», añadió el comunicado.
El jefe de la diplomacia estadounidense también aplaudió “los esfuerzos continuos de Marruecos para poner fin al estancamiento político en Libia y remediar la inestabilidad en el Sahel», precisó el comunicado.
Cabe recordar que la decisión de Estados Unidos de apoyar la soberanía de Marruecos en su Sahara, así como el Plan de Autonomía presentado por el Reino en el 2007, fue tomada por la administración del ex presidente y actual candidato Donald Trump y que la actual administración Biden no ha dejado de reconfirmar esta posición, lo que demuestra que es una política de estado hacia el país norafricano, la excelencia de las relaciones entre los dos países, así como la consideración de Marruecos como socio estratégico, de paz y de seguridad para los Estados Unidos de América.