La política de hoy se enfrenta a un desafío similar. Decimos que el poder es del pueblo, pero ponemos barreras burocráticas, discursos vacíos y mecanismos excluyentes que cierran las puertas a quienes más lo necesitan. Gobernar con puertas abiertas es más que un acto simbólico; es un estilo de gestión que rompe con las élites y devuelve el poder a sus verdaderos dueños: los ciudadanos.
El arte de gobernar con puertas abiertas
En la política contemporánea, la palabra «inclusión» se ha desgastado hasta convertirse en un cliché. Todos prometen abrir puertas, escuchar a los ciudadanos, acercarse al pueblo. Sin embargo, cuando esos ciudadanos son los «niños» del sistema —los excluidos, los sin voz, los olvidados— las puertas suelen cerrarse con doble candado.
La verdadera política de puertas abiertas no es la que celebra reuniones multitudinarias, sino la que deja entrar a los invisibles. Esos que no tienen padrino político, ni medios de comunicación que amplifiquen su grito. El arte de gobernar con puertas abiertas es hacer política mirando de frente a quienes el poder suele pasar de largo. Y abrazarlos.
La inclusión real no es un discurso. Es una práctica diaria que comienza reconociendo que el valor de una persona no radica en su poder adquisitivo ni en su influencia política, sino en su dignidad como ser humano. Gobernar así es revolucionario.
La exclusión disfrazada de discurso social
El discurso político moderno tiene una habilidad notable para disfrazar exclusión con palabras bonitas. Se habla de igualdad de oportunidades, de escuchar a todos, de gobernar para el pueblo. Pero en la práctica, el acceso al poder sigue reservado para los mismos apellidos, los mismos grupos y los mismos intereses.
La verdadera inclusión asusta al poder tradicional, porque implica redistribuir no solo el dinero, sino también la voz, el acceso y la influencia. Incluir de verdad significa hacer espacio para quienes no saben moverse en los pasillos del poder. Y eso es lo que nadie quiere hacer.
Puertas cerradas, gobiernos ciegos
Cuando un gobierno cierra sus puertas a los excluidos, se convierte en un gobierno ciego. Ciego al hambre, ciego a la desesperanza, ciego al futuro. Un gobierno que solo se rodea de técnicos, asesores y empresarios, es un gobierno miope que solo ve el techo del salón, pero nunca el suelo donde caminan los ciudadanos.
La única forma de gobernar con sentido es abrir las puertas. De par en par. No a los mismos de siempre, sino a los que nunca entran. Solo así, el poder puede recuperar su dignidad.
AFORISMOS
1. Gobernar es abrir puertas, aunque moleste al portero.
2. Un gobierno sin pueblo es una empresa sin clientes.
3. La verdadera inclusión es incomodar al poder.
4. Quien cierra puertas hoy, perderá elecciones mañana.
5. Escuchar a los de siempre no es gobernar, es administrar.
6. Cada ciudadano invisible es una derrota de la democracia.
7. La política no se mide por discursos, sino por puertas abiertas.
8. El primer paso de un líder es quitar los cerrojos del poder.
9. La exclusión es la madre de todas las revueltas.
10. Gobernar de espaldas al pueblo es construir una tumba política.
PROPUESTAS
Creación de un Gabinete de los Invisibles, donde personas de comunidades excluidas tengan acceso directo al despacho presidencial una vez al mes.
Implementar audiencias públicas reales, sin filtros políticos, para que cualquier ciudadano pueda exponer sus necesidades.
Presupuestos participativos, con voto directo de los ciudadanos, especialmente en zonas históricamente excluidas.
Crear una Oficina Nacional de Monitoreo de la Inclusión Real, que mida cuántas políticas públicas realmente benefician a poblaciones vulnerables.
Obligar por ley a que cualquier reforma legislativa pase por consulta previa de ciudadanos organizados en sectores vulnerables.
INFORMACIÓN DEL AUTOR
Jaime Freundt López es un líder político visionario y comprometido con construir un Perú moderno, justo y solidario. Su enfoque se basa en tres pilares fundamentales: la honradez, la transparencia y el trabajo. Con una sólida trayectoria en gestión pública y comercio exterior, Freundt busca modernizar instituciones y fortalecer la participación ciudadana para crear un Perú más equitativo, descentralizado y próspero.
El liderazgo de Jaime Freundt (JFT) está orientado a generar cambios positivos y sostenibles en beneficio de todos los peruanos, promoviendo la justicia social, la educación y la salud como derechos fundamentales. Además, se enfoca en impulsar el desarrollo económico sostenible, la innovación y la competitividad, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y posicionar a Perú como un país líder en la región.
JFT también se compromete a fortalecer la democracia y la gobernabilidad, promoviendo la participación ciudadana y la transparencia en la gestión pública. Su visión es construir un Perú donde todos tengan oportunidades y puedan desarrollar su potencial, en un ambiente de paz, seguridad y respeto a los derechos humanos.
