Los trabajadores extranjeros en Taiwán no sólo son una fuerza clave en el desarrollo económico del país, sino que también representan un sector de consumo cada vez más relevante. En respuesta a esta tendencia, diversas empresas han identificado una gran oportunidad de negocio y han implementado estrategias para atender sus necesidades. Desde las tiendas de conveniencia que han creado el área de productos para extranjeros hasta bancos que ofrecen servicios adaptados a distintos grupos étnicos, el mercado está evolucionando para aprovechar su creciente poder adquisitivo.
Con el fin de hacer que la experiencia de compra sea más accesible, algunos locales han incorporado herramientas que facilitan la comunicación. Por ejemplo, tableros con información en cuatro idiomas (indonesio, vietnamita, filipino y tailandés) que ayudan a los clientes a identificar ingredientes en los alimentos, resolver dudas sobre transferencias de dinero, pagos de facturas e incluso la compra de tarjetas SIM para internet y telefonía. Además, en el área de alimentos, ciertos comercios han introducido productos adaptados a las preferencias y restricciones dietéticas de los extranjeros.
Según el Ministerio de Trabajo, la población extranjera en Taiwán alcanzó un récord en septiembre del año pasado, superando las 800 000 personas, con los indonesios como el grupo más numeroso, seguidos de vietnamitas, filipinos y tailandeses. Se espera que este año la cifra supere el millón de personas, lo que representa un mercado en constante expansión.
El volumen de remesas enviadas por los trabajadores extranjeros es significativo. En los primeros nueve meses de 2024, el monto total de transferencias alcanzó los NTD 60 700 millones (aproximadamente USD 2045 millones), con más de seis millones de transacciones registradas. En respuesta a esta demanda, la Comisión de Supervisión Financiera flexibilizó las normativas para las remesas de bajo monto el año pasado, y diversos bancos han implementado sistemas multilingües para facilitar el acceso a sus servicios. Algunas entidades incluso han desarrollado guías antifraude en cuatro idiomas para proteger a los usuarios.
A medida que la población extranjera en Taiwán continúe en aumento, las empresas no solo buscan capitalizar su creciente poder adquisitivo, sino también ofrecer un entorno más inclusivo y accesible. Desde la alimentación hasta los servicios financieros, el mercado está evolucionando para atender mejor a esta comunidad, consolidando una relación de beneficio mutuo entre los trabajadores extranjeros y la economía taiwanesa.
