¿Qué son las enfermedades raras y cómo distinguirlas? Según la Organización Mundial de la Salud, existen más de 6000 condiciones clínicas de baja frecuencia en los seres humanos, conocidas como Enfermedades Raras (ER) o Enfermedades Poco Frecuentes (EPF).
Según la Ley 26.689, son consideradas de ese modo a “aquellas cuya prevalencia en la población es igual o inferior a una en dos mil (1 en 2000) personas”, en referencia a la situación epidemiológica nacional.
Así, mientras existen catalogaciones y vasta cantidad de información sobre ER en los seres humanos, no hay mucha difusión sobre el tema en lo que respecta a esta problemática en los mejores compañeros humanos, cuando son seres fundamentales en la vida de muchos hogares y considerados en general como parte de las familias.
Si bien no existen este tipo de estadísticas para los perros, sí se sabe que existen enfermedades no tan frecuentes, y toda persona que tenga un compañero peludo debería conocerlas para ayudar a preservar su salud de manera integral. Además, existen otras poco conocidas aunque un poco más habituales.
¿Cuáles son y cómo distinguirlas? Te presentamos algunas de ellas:
- Ancylostoma
The Center for Food Security and Public Health afirma que se trata de un parásito que posee ganchos en su boca que les ayuda a fijarse mejor a los intestinos de su huésped.
Según la organización, “en el caso de los perros, el ancylostoma en estadio larvario puede transmitirse de la perra a sus cachorros durante la preñez o mediante la leche materna (oral). Los perros, gatos y otros animales pueden contraer la anquilostomiasis del medio ambiente. Los huevos de ancylostoma están presentes en las heces de los animales infectados y luego evolucionan al estado larvario en el suelo. Los animales pueden ingerir los parásitos del suelo. Las larvas de Ancylostoma también pueden penetrar directamente a través de la piel si existe contacto directo con el suelo contaminado. Esto requiere un contacto de al menos entre 5 a 10 minutos”.
Los perros pueden contraer esta enfermedad en el contacto con el entorno debido a que los huevos de ancylostoma se hallan en las heces de los animales infectados. Asimismo, los cachorros pueden contagiarse durante el embarazo o mediante la leche de modo oral.
¿Cuáles son los síntomas? Es necesario estar atentos a signos como diarrea, encías pálidas y pérdida de peso.
- Mastitis
Así como las personas de sexo femenino que amamantan a sus bebés, las perras lactantes también pueden sufrir mastitis, con la consecuente inflamación de sus glándulas mamarias e infección de mamas. Si bien es una enfermedad bastante habitual, muchas personas la desconocen por completo y, aunque realmente no lo sea, eso la transforma en una enfermedad rara para muchas personas.
Puede ser grave si se la descubre en estadio avanzado y es necesario acudir a un especialista lo más rápido posible, para evitar complicaciones. Por lo general, se requerirán antibióticos y calmantes. Pero si hubiera abscesos de pus, es posible que se precise una cirugía para drenarlos.
¿Cuáles son los síntomas? Lo más común es que se genere una notable hinchazón en el área mamaria, pérdida de apetito y, con ello, pérdida de peso y debilidad o torpeza. Las hembras pueden llegar a sentir un dolor muy fuerte en sus mamas en el caso de que avance la infección, padecer fiebre y secretar pus.
- Síndrome de la “cola fría” o Síndrome de la Cola de Limber (LTS)
Este trastorno muscular afecta la cola de, principalmente perros de caza o razas de trabajo, como los Beagles, Golden Retriever y el Setter inglés, y con mayor incidencia entre el primer año de vida y los 9 años. La buena noticia es que tiene tratamiento.
Para poder determinar si un perro lo padece, será necesario una una radiografía y, en algunos casos, un análisis de sangre. Si se confirma, el tratamiento puede incluir desde paños calientes a la base de la cola, hasta antiinflamatorios e indicación de descanso.
¿Cuáles son los síntomas? La cola suele caerse de forma débil, sin lograr mantenerse erguida.