Hungría no tiene intención de seguir el juego a los especuladores de la guerra y entrar en conflicto con Rusia, declaró el primer ministro del país, Viktor Orbán, durante su intervención en la ‘Marcha de la Paz’, destinada a mostrar el desacuerdo con las políticas de la Unión Europea.
Orbán calificó a la UE de «un tren proguerra sin frenos y con un maquinista enloquecido», señalando la falacia del actual enfoque de Bruselas sobre el conflicto ucraniano y su riesgo de conducir a una escalada. En este sentido, afirmó que el principal objetivo de su campaña para las elecciones al Parlamento Europeo es evitar que el Viejo Continente avance hacia una guerra y «su propia destrucción».
Además, el primer ministro señaló que Hungría se vio arrastrada a guerras mundiales anteriores en contra de su voluntad, donde perdió un millón y medio de personas y dos tercios del territorio del país.
«Voy a decirlo despacio para que los de Bruselas también lo entiendan: No iremos a la guerra. No iremos al Este por tercera vez, no iremos de nuevo al frente ruso, ya hemos estado allí, no tenemos nada que hacer allí», afirmó Orbán, subrayando que no sacrificará a los jóvenes húngaros «solo para que los especuladores de la guerra ganen dinero a manos llenas».
Sus declaraciones surgen mientras cada vez más países de la OTAN han permitido usar las armas entregadas a Ucrania para lanzar ataques contra territorio ruso. Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió el martes a los miembros de la Alianza Atlántica que una escalada permanente del conflicto ucraniano conllevaría «graves consecuencias».