Desde el 2021, se reportaron 65,099 peruanos desaparecidos. Se halló a 31,946 y aún están no habidos 33,153.
ALDO LLAMOCA
Eran las 10 de la mañana del pasado 29 de junio en la ciudad de Huaraz en Áncash y Ediht Almendrades (15) salió de su casa junto a una amiga, ella no volvió. Una hora más tarde a cientos de kilómetros de distancia, en la provincia de Mayas en Loreto, Maricielo Castillo (13) salía sola de su casa y tampoco regresaría. Y al sur de nuestro país, a las 3 de la tarde de aquel día, Lucy Mamani (11) comía unas frutas frente a su casa en la ciudad de Arequipa, y de un momento a otro también desapareció.
Aquel día, 16 menores de edad desaparecieron en el país y 17 al día siguiente. De ellos, aproximadamente la mitad lograrán retornar a casa, la otra mitad no. Según el Registro Nacional de Información de Personas Desaparecidas (Reniped), desde enero del 2021 a mayo del 2024 fueron reportados como desaparecidos 36 mil 836 menores de edad en el país. De esa cantidad, solo 18 mil 759 lograron regresar a casa, 18 mil 77 aún siguen siendo buscados por sus familiares.
La cantidad de casos de personas que desaparecen en el país y que no son hallados es realmente alarmante. Desde el 2021 hasta mayo de este año, se reportaron 65 mil 99 personas desaparecidas. De estas, solo fueron encontradas 31 mil 946 y aún permanecen como no habidas 33 mil 153, esa misma cantidad de familias se encuentran hoy en la desesperación, tristeza y abandono al no saber el paradero y estado de sus seres queridos.
Mujeres y adolescentes
De acuerdo con la información compartida por la PNP, son las mujeres y los adolescentes las personas que más desaparecen. Según su base de datos, del 2021 a mayo del presente año se presentaron 39 mil 892 denuncias de féminas desaparecidas, de ellas solo han sido halladas 19 mil 788 y aún no han sido ubicadas 20 mil 104, muchas de estas son adolescentes.
En lo que respecta a menores de edad comprendidos entre los 12 y 17 años, fueron reportados como desaparecidos 33 mil 718. De ellos, 17 mil 135 fueron encontrados, 16 mil 583 siguen perdidos, varios de ellos a la fecha ya habrían cumplido la mayoría de edad.
Al respecto, Luz Mejía Cunovilla, adjunta de los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo resalta que, del total de personas desaparecidas, más del 50% son mujeres.
“Es un grupo (las mujeres) que junto a los niños, niñas y adolescentes están en mayor grado de desprotección”, por lo que el Estado, a través de sus distintas instituciones, debería organizarse mejor para protegerlos.
En cuanto, a las causas de las desapariciones de estas personas, Mejía Cunovilla revela que no existe una data que sea pública y que confirme los motivos o qué sucedió con esta gente.
“Existe la presunción de que estas desapariciones estén relacionas con violencia física, psicológica, sexual o con delitos de secuestro, inducción a la fuga, trata de personas con fines de explotación sexual y feminicidio (…) la Policía Nacional debe de tener una data sobre estos casos, es por eso que también hemos pedido al Ministerio del Interior que publique la estadística sobre la relación que existe entre la desaparición de estas personas y la comisión de otros delitos”, apuntó la representante de la Defensoría del Pueblo quien también subrayó la importancia de tener esta información ya que conociéndola “se puede plantear alternativas de solución”.
Narcotráfico en la mira
Para el ex director de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), Wilson Barrantes Mendoza, la principal causa de la desaparición de mujeres y en especial de los menores de edad es el narcotráfico. Según él esta actividad ilícita genera otros delitos como “el lavado de activos, el crimen organizado, la trata de personas, el sicariato, entre otros”.
“El narcotráfico está creciendo exponencialmente, esto debido a los altos niveles de productividad que tiene la hoja de coca producto de las semillas mejoradas. Ahora se necesita más gente para deshojar la hoja de coca. Entonces cuando hay jóvenes con carencias en sus hogares, estos son fáciles de ser seducidos, es ahí cuando se produce la trata de personas. Por eso cuando se hacen intervenciones en las llamadas zonas liberadas por el narcotráfico se encuentran niños, niñas y adolescentes. Además, donde está el narcotráfico hay dinero, y donde hay dinero hay prostitución, entonces nos damos cuenta de que hay menores y adolescentes que están siendo explotadas sexualmente”, asegura Barrantes.
Según ex director de la DINI, una de las formas que utilizan estas mafias para captar jóvenes es a través de las redes sociales: “las menores son seducidas con el cuento del modelaje o el trabajo cuidando personas, las necesidades económicas hacen que ellas sean engañadas fácilmente”.
“Hay tres factores que inciden en la mayoría de estos casos: el avance del crimen organizado, la pobreza, pero sobre todo el alcance que tiene el narcotráfico, particularmente en las zonas rurales”, Wilson Barrantes Mendoza.
Mapa de regiones
Las cifras de personas desaparecidas por regiones muestran que, durante el periodo del 2021 a mayo del 2024, después de Lima, Junín y Arequipa son las regiones con mayor cantidad de desaparecidos con 3 mil 958 y 3 mil 622 personas respectivamente. En ese mismo orden se mantienen los casos de mujeres y menores de edad.
Alternativas de solución
En el reporte Igualdad y No Violencia N°53, publicado en junio de este año por la Defensoría del Pueblo, se exige la modificación de la estructura de la Policía Nacional del Perú con el fin de elevar la División de Protección contra la Violencia Familiar (DIVPCVF) al nivel de Dirección dependiente de la Dirección Nacional de Orden y Seguridad, para que esta tenga competencia a nivel nacional.
También reclama hacer pública la estadística sobre la relación entre la desaparición y la comisión de otros delitos a partir del Registro Nacional de Información de Personas Desaparecidas (RENIPED) y las principales causas de la desaparición. Resulta indispensable disgregar la estadística de denuncias y personas ubicadas por sexo, edad en personas menores de edad, autoidentificación étnica, lengua materna y situación migrante, entre otros.
Otro pedido que hace la Defensoría es la capacitación y especialización en la PNP.
“Necesitamos que la capacitación sirva para mejorar el servicio”, resalta Luz Mejía Cunovilla.
“Cuando se produce un caso de violencia o desaparición, la policía tiene que seguir unas pautas según directiva. Esto a veces no sucede y se utiliza un concepto subjetivo (…) eso pasa por la falta de capacitación respecto a las normas. La ley es clara cuando señala una obligación bajo responsabilidad”, añadió Mejía Cunovilla.
De similar forma piensa el ex director de la DINI: “la Policía, como en cualquier otra profesión necesita actualización y especialización. El avance que hay en el mundo propone nuevos roles para la PNP. Los delincuentes actúan cada vez de forma más sofisticada, entonces requerimos de una policía tecnificada y especializada”.
Sin embargo, Barrantes Mendoza subraya que para enfrentar la criminalidad se tiene que reconocer que el narcotráfico es la principal amenaza que tiene el Estado actualmente.
“Detrás de éste (el narcotráfico) se enganchan todos los demás delitos, como el crimen organizado, trata de personas, lavado de activos, extorsión y el sicariato. Combatimos este peligro y todos los demás delitos van a disminuir”, concluye.