César Gallo Lale
¡Increíble! La convulsión política que vive el Estado Peruano, la corrupción, desorden y división del Congreso, el bajo capital político que tiene el Ejecutivo para controlar la inseguridad, la administración adecuada de la minería e implementar reformas que den solución al caos que se vive en todo sentido, que ha traído que la “Agencia S&P Global Ratings” rebaje la calificación crediticia a nivel mundial del Perú al nivel “BBB-“.
A pesar de que el nuevo Primer Ministro y su gabinete en pleno, según lo anunció el Ministro Morgan Quero en una entrevista hace dos semanas en el Programa Televisivo Contra Corriente, expresó que la nueva faceta del gobierno era acabar con la inseguridad ciudadana y se iba a “Aterrorizar al Terrorismo”, nada ha cambiado y por el contrario el “Terrorismo sigue Aterrorizando al país” y nuevamente tenemos que lamentar tres bajas recientes de nuestros miembros de las Fuerzas Armadas, sin que el Ministro de Defensa. Gral. EP Walter Astudillo Chávez diga una sola palabra al respecto.
A los problemas descritos se suman las situaciones externas que se viven en la Región Ucayali, Provincia de Purús, cuya desatención del gobierno en los servicios básicos entre otros hacen que la población se sienta brasilera por lo que se ingresa, recibe e intercambia en la zona fronteriza con Brasil.
Por otro lado, el Acuerdo en Defensa entre los gobiernos de Bolivia e Irán que va más allá del control de fronteras y narcotráfico, incluye además sistemas avanzados de inteligencia, ciberseguridad, capacidades de cohetería y producción de diversos tipos de “Drones” a gran escala, y es que el Litio y Uranio de esa zona es de gran interés para Irán.
Estas dos situaciones constituyen un riesgo estratégico para el Perú con amenaza latente, coyuntura que merece un análisis geopolítico urgente y tener una estabilidad política clara en esos aspectos.
Esta situación que se vive, pone en peligro la estabilidad actual del gobierno, lo poco que queda de nuestra democracia y peor aún el futuro del Perú con las próximas elecciones presidenciales del 2026, las mismas que de darse con casi cuarenta partidos de izquierda, creados, inscritos y permitidos por el JNE con la influencia de los intereses del Comunismo del Siglo XXI, originarán la ingobernabilidad y el caos del futuro congreso.
Los peruanos nos preguntamos entonces, “Qué espera el gobierno para actuar”. Por qué no se convoca al Consejo de Estado o Consejo de Coordinación del Estado, como lo ha recomendado el último comunicado del grupo “Unión Ejército del Perú”, que si bien no tiene base legal, puede servir para un diálogo del más alto nivel entre los representantes de los poderes del estado y los organismos autónomos constitucionales que sean requeridos, como son: El Presidente del Poder Legislativo, Presidente del Poder Judicial y de manera adicional el Fiscal de la Nación y Presidente del Tribunal Constitucional entre otros, para que juntos y por el bien de la nación se adopten las decisiones convenientes para devolver la confianza y esperanza en el futuro a todos los peruanos.
¡Comunismo y terrorismo nunca más en el Perú!
(*) Teniente general FAP en retiro