Por: Dennis Falvy
Edward Luce para el Financial Times, dice que Elon Musk le cuesta a los EEUU un huevo de plata. El multimillonario a cargo de Doge (Departamento de Eficiencia Gubernamental).
Se señala que Trump es una de las pocas personas que quedan en Washington DC a la que le gusta tener a Musk cerca.
The New York Times relató cómo Trump le cortó las alas a Musk en una acalorada reunión de gabinete la semana pasada.
Y, parece que los altos mandos están ansiosos por ver la espalda del oligarca que empuña una motosierra.
Una medida de la preocupación de Musk sobre su estrella en declive es que su visita a Mar-a-Lago el fin de semana pasado no estaba programada originalmente, dicen los informantes.
Millones a los comités de acción política de Trump ha sido rechazados.
Su posición está cayendo tan rápido como el precio de las acciones de Tesla.
El índice de aprobación de Trump se ha mantenido estable.
Con signos de una próxima «recesión de Trump», Musk aún puede ser un pararrayos útil.
Su influencia es mayoritariamente negativa.
No hay un legislador republicano o un director de Trump que no esté aterrorizado por el poder de Musk.
Un cheque de $50 millones para financiar una contienda primaria podría poner fin a la carrera de un senador: $10 millones para un legislador.
X de Musk, que es el brazo informal de transmisión estatal de Maga, también podría destruir la carrera de un miembro del gabinete.
El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció por primera vez planes para reducir la USAID en X.
Parece que no hay nada que Musk no diga para difamar a quienes se interpongan en su camino.
Musk amenazó recientemente con provocar un colapso en la línea del frente de Ucrania al retirar su servicio satelital Starlin, lo que no tiene sustituto.
Un Rubio impotente se sintió obligado a respaldar a Musk.
Pero el costo de mantenerlo al lado de Trump es cada vez mayor.
En la ignorancia de cómo funciona el gobierno federal, Musk solo está causando daño.
Esto también socava a Russell Vought, jefe de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, quien ha pasado años elaborando planes para deconstruir el estado administrativo.
Tampoco nadie comparte la aparente reticencia de Musk a perseguir al Pentágono, que es una fuente importante de los contratos federales de Musk.
La reciente caída en el patrimonio neto del aspirante a billonario también casi ha borrado sus ganancias postelectorales.
Pero el acceso de Doge a las cuentas de los contribuyentes, los registros de la seguridad social y los datos de los empleados federales ofrecería una mina de oro para cualquier titán de la IA.
La tentación de Musk de aspirarlo para sus propios fines será grande.
Pero eso significa mantener la confianza de Trump.
A medida que los clientes en Estados Unidos, Europa y otros lugares rechazan a Tesla y buscan alternativas a SpaceX, la dependencia comercial de Musk de China está creciendo.
La influencia moderada de Musk en la política china es evidente.
Trump ahora suena casi tan desinteresado en el destino de Taiwán como lo está en el de Ucrania.
La mayoría del resto de su equipo son halcones chinos.
Si Trump se vuelve contra China, esa será otra señal del descenso de Musk.
Ver: https://www.ft.com/content/ea5b09e7-1b05-4b62-9aad-64705170d6a9
