El misil antibuque P-800 Oniks, puesto en servicio de las FFAA rusas en 2002, tiene un enorme alcance transhorizonte a distancias de hasta 800 kilómetros . Utiliza el principio de ‘disparar y olvidar’, es eficaz en condiciones de guerra electrónica y presenta una señal de radar reducida. Ahora, este potente misil ha sido actualizado.
El misil de crucero supersónico Oniks, que forma parte del sistema de misiles costeros Bastión, fue modernizado a partir de la experiencia adquirida en la operación militar especial. El proyectil actualizado es capaz de alcanzar objetivos terrestres con gran precisión, de acuerdo a una fuente de la industria de defensa rusa.
Los misiles recientemente perfeccionados incorporan ahora nuevos cabezales buscadores activos, que les permiten apuntar con precisión a objetivos terrestres pertenecientes a las Fuerzas Armadas ucranianas. Los recientes acontecimientos han puesto de manifiesto esta capacidad mejorada. Además, se está trabajando para reforzar la resistencia de los misiles Oniks frente a los sistemas de guerra electrónica, lo que garantizará una precisión aún mayor.
Informes anteriores afirmaban que el alcance de los misiles Oniks mejorados se ampliaría a 1.000 kilómetros. Los trabajos para mejorar esta capacidad están en pleno apogeo en estos momentos. En 2021, se anunció que el sistema P-800 se sometió a una modernización que permitió su integración a varios portadores, expandiendo su función original como misil antibuque a un sistema de misiles más versátil. Esta actualización permite el uso de misiles Oniks desde buques de superficie, submarinos, plataformas terrestres y aviones.
Además, el sistema de misiles Oniks modernizado tiene ahora la capacidad de atacar objetivos tanto en el mar como en tierra, lo que supone un avance significativo dentro de las Fuerzas de Defensa Antiaérea Estratégica.
